
El caballerete que sostiene la guitarrapalo es un cantante y compositor de muchos quilates, amigas. Y un runner, también. El otro menda, un fan, intuyo.
El caso es que es rraro rraro rraro toparse con un artista de rock and roll (qué bien suena ésto) que le pegue a la zapatilla y desprecie todo el lifestyle chungo asociado a la música del diablo (droga, priba a granel, peinados imposibles, alientazo infecto, etc.).
Este señor atiende por Jonathan Richman y no necesita presentación (bueno, para Vds., gañanes desorejados fans de Mogwai o Fito, quizá sí, lamentablemente, pese a la relativa exposición que disfrutó pocos años ha gracias a los Farrelly Bros.) y además sigue en activo y muy en forma, blah blah.
Jojo, como le conocemos sus seguidores, familia y entrenador, fundó en 1970 The Modern Lovers, uno de los más influyentes combos de la historia, que curiosamente, y en sus inicios, estaban terriblemente marcados por el sonido de The Velvet Underground (la influencia no iba más allá de lo estrictamente musical, matizo, ya les he comentado que Richman, de drogas, nanay, y ya habrán leído en algún dominical lo de la insana costumbre de Reed, Cale y cía de fundirse los royalties en jamaro).
Vamos, tal era el amor de Jonathan por los de NYC que el primer 33 rpm de los Lovers fue producido por el mismísimo John Cale.

Soy consciente de que esta semblanza les suena a Vds. a cantonés, como casi todo lo que se publica en esta su casa detox, por lo que abrevio:
Jonathan Richman viene a tocar por aquí en Marzo. No malgasten su precioso tiempo o las pocas neuronas que les quedan en festivales para retrasados o en los minicines del centro comercial del que no salen los domingos, corran a su disquero y pidanle una copia de The Modern Lovers (el debut de nuestro hombre) y desgañitense pidiendo al de Boston que se cante I'm Straight (el himno definitivo de las personas que, por serlo, ni fuman ni se drogan).
Denme las gracias, después, y dejenme emocionarme, una vez más, con el único músico de rock que hace una tirada a ritmo desde el hotel a la sala y el hombre que mejor supo pillarle el puntito a Pablo Picasso.