Sueño con trotar, de corto y verde, por la ribera del ancho y majestuoso Shannon. Y hacer series de 1000 metros con Frank Ryan.
Y fantaseo con hidratarme, durante horas, en la penumbra de la barra de The Old Crow. Que La Ardosa está ya muy vista.
Y, delirante, arrojo un ladrillo a una tanqueta en una calleja de Portadown, mientras canturreo, beodamente, The Rare Old Mountain Dew.
Y anhelo pasear por Monto Town de noche, pero sin un penique en el bolsillo (en el día perdí hasta las Saucony en las Carreras de Galway).
Y no haber escuchado nunca, para arrodillarme pinta en mano, la mejor canción de la historia, según el Sabio aquel.
3 comentarios:
Joder, sniff, sniff, tio que se me caen las lágrimas.
TIO BUENO!!
Le ha faltao hablar de los bucólicos bosques excalibureños y of course, de los deseados tréboles de 4 hojas; yo llevo uno siempre en el monedero, ya se sabe que soñar es gratis.
Que sepa que, después de leerle, me he encargado "Die Traumdeutung" de Freud, "¿Que por qué pongo un cochecito de niño atravesando en diagonal el encuadre?" de Serguéi Eisenstein y "Connotaciones de Lorca" de Dragó y J. Quintero.
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