Idealización del Gitane, circa verano de 2010, jarto de tanto ñasco y tanto despeñe
19 kilómetros y un desnivel de más de 1.100 metros. Flípenlo, ases del asfalto. Montañas, valles, vacas, ñordas, ñascos de 1.000 formas y tamaños. De nuevo lo hicimos y aquí se lo contamos. E incluso nos atrevemos a hacer balance de la gesta, con la perspectiva del día siguiente y un leve cosquillero calámbrico en los cuadriceps, y haciendo, no se me acostumbren, gala de una objetividad muy cara de ver en esta su morada libre de humos y marcas.
Empecemos por el nombrecito de la carrera. Resulta que este señor era un bombero al que apodaban Tarzán (borren esa media sonrisa, alguna vez se toparon con una persona de uniforme cuyo alias fuera Althusser o Anaximandro?) y que, desgraciadamente, falleció en accidente de tráfico hace unos años. Desde entonces, y en su honor, se celebra anualmente este exceso de prueba serrana, que desde ya no les recomiendo en absoluto, a no ser que sean Vds. apasionados de las emociones fuertes (no, teenager, no, el MAPOMA no entra en esta categoría, lo sentimos) y/o tengan una especial querencia por el sufrimiento en su más alta expresión, que no es otra que el trail running éste del demonio.
En Bustarviejo, de buena mañana, plantamos nuestros reales y ya con la mosca tras la oreja. Que si por allí andaba el Mayayo y el Wild Runner, que si primeras marcas del running montañesco, que si la cola de federados triplicaba la de "turistas", en fin... un poquito acojonados sí que íbamos.
El caso es que el festival empezó bien prontito. A menos de 500 metros del pueblo ya comenzaban los cuestones, y qué cuestones, primo. Uno, bisoño en estas lides ñasquísticas, se pregunta de nuevo por el sentido de subir kilómetros y kilómetros de montaña, mayormente andando y apenas corriendo, trotar por un prado (bellísimos paisajes, eso sí) un ratico para, sin solución de continuidad, descender una ladera con un desnivel que, seamos claros, no se puso ahí para que la baje una persona corriendo. Y vuelta a empezar. Porque 19 kilómetros dan para mucho sufrir, congestionados lectores.
La carrera merece la pena, entiendanme, pero ese pedazo de desnivel pide a gritos una distancia menor, o que me quiten la última cuesta (los últimos 5 kilómetros de subida), por dios. Que uno tiene familia, carajo.
Paralelamente a la prueba, y por los mismos ñascales, se celebró el Campeonato de España de Invidentes, que corren agarrados a un palo sostenido por dos guías, y a los que hay que ver para creerlo, pues debe ser durísimo descender la parte final de la prueba sin ver dónde estás pisando, aunque sea de ese modo.
Servidor, de hecho, se calzó el correspondiente hostión de pardillo trail, al pisar un piedrolo musgoso sin acordarme de lo que resbalan las XT Wings sobre esa superficie. Que es tela.
La próxima vez que el Gitane se eche al monte, será sobre asfalto, en el incomparable marco de San Lorenzo del Escorial, en la carrera referencial del runner falto madrileño: La del Rocanrol, chonis. Ya saben, pitorreo, disfraces, camisetas de Paradise Lost o Panzer, cuestón.... De momento, un descansito de tanta jarana montañil no nos va a venir mal, no.
Entretanto, apaciguaremos a la rata-mono de Sumatra con algún paseo por la de Carabanchel o similar, quizá acompañados del Eurogayer Team o de Gitane Jr., que les tengo muy abandonados.
Hasta entonces, no olviden runnerizarse y hacerse socios del Tierra Trágame, que es lo que más peta en la Sierra.
Nada con exceso, todo con medida (Solón de Atenas)
Pero ésto qué hostias es? (Uno de los últimos 10 clasificados en en Memorial Fernando García Herreros, nada más coronar el Pico de la Braña, a uno de avituallamiento)
5 comentarios:
O sea, que la cabra tira al monte, no? vamos, que es Vd un chivo loco en toda regla y condición.
Lleva barba? La montaña es lo que tiene, convierte al hombre en un ser rudo, tosco y hippioso, aunque la especie montañesca se diferencia en que jamás luciría unas bonitas sandalias de cuero, por motivos obvios.
y luego dice q los Pataliebre somos unas maquinas, joder con las carreritas de montaña ,eso que pasa que no cuentan, me ha gustado mucho su cronica. saludos de un mortal
jaja. Creo que lo unico que promete seguro una carrera de montaña antes de empezar es que NO TE ABURRIRAS.
Eso, seguro. De ahí en adelante, aventura.
Tambien lo pase bien en BUstarviejo, Sr. Gitane. Y estará conmigo en que la organizadora (Nuria y CD Mondalindo) puso todo de su parte dando 4 horitas de tiempo para que todo bravo que quisiera sentirse como sam, frodo y gollum (elija su avatar al gusto) monte destino arriba y abajo pudiera hacerlo.
Quien sabe? quizás le veamos aún en alguna otra de monte este veranito...
Por delante tiene usté el Km Vertical, el Cross de los Tres Refugios, el Cross de la Cuerda Larga y el Cross de la Pedriza (y alguna más que me dejo en el tintero de mi teclado)
Verdades como punhos, senhor Mayayo. Aventura, diversion y dislate, no hay duda. Pero dejenme descansar, que ahora con la calor no es bueno arriesgarse con millas verticales o derrumbes alpinos, mis cuates. Lo de la Carmencita y sus sandalias de cuero, pues que conteste otro, haganme el favor. Matar jipis en Madrid, ahhhh!
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