Mientras yo me dejaba la piel en el asfalto de la carretera del Pardo (ver anterior post), en un hospital de Arkansas fallecía uno de los actores fetiche en Chez Gitane, y no precisamente por su desmedida afición a la hebra virginiana, no se confundan. Roy Scheider, enorme actor, mejor persona según sus allegados, gran fumador, dedicado activista antiintervención en Irak y esclarecido pensador ("You're gonna need a bigger boat now" - Jaws, 1975).
Este pollo coprotagonizó la primera mitad de Marathon Man (le matan en el minuto 75 aprox), junto al torpedo de Dustin Hoffman, que hace de su hermano, un estudiante apasionado por la maratón y las suripantas suizas, y que acabará pagando en sus carnes (perdón, en sus encías) los tejemanejes de su carnal, que vive como un mesié sin dar clavo, aparentemente.
Pese a ser un auténtico atleta metido a actor (qué físico, caramba), Roy no pudo deshacerse de ese caballo llamado alquitrán (vean como fuma el condenado en All That Jazz..) y, con toda probabilidad, ésto le ha restado al menos 10 años de vida. Lo de siempre. Paren ya, o es que no recuerdan la pregunta de Sir Olivier a un aterrado Hoffman: "Is it safe?"
De Jaws y The French Connection que les cuente otro, para mí Roy siempre será el "Doc" de Marathon Man. Aunque el que corría era el hermano.
5 comentarios:
Sonríe, hijo de puta. PUM!!!
Empieza el espectáculo es uno de mis musicales preferidos. Hoy es un día triste, incluso para los fumadores.
Correr también mata..., monamí.
Ya solo falta que la diñe el Clint Eastwood y junto al cachas de Charles Bronson se habrán perdido los "duretes" de jolivud.
Cuando muera Clint Eastwood dirán "ha muerto el compañero de Clyde, ese orangután tan gracioso".
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