XXII Trofeo San Antonio de la Florida (10K)

Sr. Gitane, ese que vuela bajo es el Danzig666? Cosa del Maligno es ésta, sin duda...

Ahora entiendo mucho mejor a James Stewart. Y al portero de la finca donde vive Martín Fiz. El voyeurismo runneril es un placer a la altura del apretarse un Montecristo tras cenar opíparamente en La Cuchara de Bilbao (la ciudad, no el barrio, gañanes) o trasegar, en camaradería runeril, 6 Estrellas Doradas en la barra del más infecto bar del Parque de las Avenidas (Bar El Juli, tomen nota), tras un intensísimo entrenamiento en las cercanas cuestas de la Fuente del Berro (sí, ese mismo entreno que me ha dejado la planta del pie como el trasero de Betty Page tras una de sus sesiones fotográficas para Spanking Reality, circa 1957).

El caso es que, pese a los kilogramos de hielo, los estiramientos salvajes y las velas a San Cucufato, me casqué el madrugón dominical sin mucha fe en colocarme en la parrilla de salida de esta hermosa carrera.

Cosa seria es una fascitis plantar, certifican los que la han sufrido y los expertos en general. Qué gañanazo descerebrado es Vd., comenta el ídolo de la montaña, Mr. Danzig666 himself. Descanso, parece ser la clave. Pero, yo les pregunto, desorejados y grasientos lectores, descansa acaso el Roncero ese? Falta a alguna carrera el Belinchón aquel? Cuando han leído en el blos de broma del Chema Martínez la palabra sobrecarga? Por qué Flash Runner rompe marcas estirando durante 5 míseros minutos? Para qué me he dejado un pastizal en medilasts, sticks, zapas de 3 cifras, gallumbos técnicos y birras de hidratación, ein?

En cualquier caso, lo que hay que tener muy presente es el riesgo a acabar como Paco El Bajo, con la pierna mancada, renqueando y reproduciendo lesiones y, lo que es peor, buscando un Señorito Iván al que culpar de los desaguisados musculares de los que soy exclusivo responsable.

Ni las expertas y sedosas manos de Elena, mi fisio de cabecera (qué Tremenda Profesional) han podido solucionar en una hora lo que parece cuestión de semanas. Como poco, me soplan.

Ah, sí, la carrera. Un recorrido muy bonito, como todos los de Madrid capital, ya saben. Cuesta parriba, cuesta pabajo. Parques, avenidas, callejas, carriles bus. Una maravilla, como siempre. Y cuesta pillarle el punto a quedarse mirando como sale desbocada la élite o como echa las tripas algún corredor extremadamente popular. Sentimientos encontrados. Envidia y suficiencia. Asombro y desdén. Impotencia (runneril, no se confundan) y orgullo. Prudencia y saudade de avituallamiento. Ascopena al revisar la bolsa del corredor (un número atrasado de Runners, una camiseta que no se pondría un latin king alto en éter caducado).

En fin, hay más carreras que longanizas. Excepto las de la asociación esa de broma y la del truño guay, claro está.

Tuve el privilegio, no obstante, de contemplar el final de carrera del rey de la montaña madrileña, Mr. Danzig666 himself, que acabó entre los 30 primeros, en una carrera con muchísimo nivel (ya saben, el Belinchón, el canoso viejuno enjuto, la Recuerdo, AD Marathoners por doquier,..). Ah, y mucho corredor con la camiseta por dentro del pantalón. Lo que, en ciertos círculos Trendyndie running se considera tope demodé, en realidad identifica al corredor nato, constante y poco veleidoso. Miren si no cualquier afoto de Martín.

Fin de fiesta con hidratación a fondo en el tranquilo barrio de Argüelles, risas, repaso al panorama runnerbloguero patrio (en especial a las bitácoras de mucho reír que nos saludan desde Valladolid o Buenos Aires) y consejos de experto por parte del compadre de Belcebú.

Un oportuno viaje a la Grecia insular (mucho se fuma allá, recuerden) me separa de Vds. durante unos días, pero entretanto pueden visitar a Lamarde o MarathonMan, que también tienen lo suyo (aunque por distintos motivos, eso sí).

"Gitane, también es mariconada, coño, quién me va a hacer ahora de liebre para la hora y 3 cuartos?"