Qué desazón y qué bajo ha caído el otrora pueblo invencible, ejemplo de luz y de honor.
Desorientados, sin fe, sin valor, sin sangre en las venas, sin sudor.
Dejándose avasallar por una recua de indocumentados clientes de Armani. Qué pena.
Ahora, solamente nos queda rezar porque el glorioso pueblo alemán ponga las cosas en el sitio donde siempre debieron estar. Vale.
5 comentarios:
¡Qué quiere que le diga! Yo cuando voy a La Gironda y veo una matricula de Orense, grito: "Apañaaaa!!!"
La Gironda... de Sevilla, claro. O la gabacha? Correora, Vd. no cuenta, Vd. ha terminado una media maratón. Fe, Valor, Sangre, Sudor... de esto saben pocos los moñas esos de la cinta en el pelo, el Ferrari y las suripantas de a 2.500 el caliqueño.
Yo sólo abrazo a los coches españoles en Burdeos, mon ami zingar.
Siento mucho que usted haya perdido el tiempo visitando mi blog.
No sé si se ha dado cuenta de que este blog es de una localidad de sierra de 300 habitantes.
Debería respetar al prójimo y no mofarse de lo ajeno.
Me he sentido ofendida, así que elimiraré su comentario de mi blog.
"debería respetar al projimo y no mofarse de lo ajeno". Dios, parece una frase extraída del Deuteronomio o de la Autobiografía de Torrebruno.
Mire, que sepa que he veraneado en Bacares desde mi tierna infancia, y por eso pensaba que el blos que tienen Vds. era una cosa para hacer reír a los forasteros. No vea mala intención en ello, señorita.
Publicar un comentario