5.11.2009

VIII Media Maratón de Montaña de Segovia (21K)

El Padre Boyd me fue de gran ayuda en la Víspera de Pasión segoviana
Ya le tenía ganas a un despeñe como dios y los Hermanos Capitán mandan, ya. A volver a casa con una rodilla dislocada y las Salomon en salmuera. A que no faltara de ná. Y no faltó, no: ñascos hasta decir basta, nieve, niebla y frío, mucho frío en la cima, cruce de arroyos (arroyos!) de gélidas aguas, unas pendientes que no hay persona humana que pueda subir trotando, incluso me calcé un hostión del 15, al descuidar donde ponía el pie en pleno descenso. Uf.
Esta carrera es algo irrepetible, mis cuates. O al menos eso se dice uno, durante 21 interminables kilómetros, en los que el sufrimiento adquiere una nueva dimensión, inédita en mis prietas carnes hasta el momento.
Una experiencia religiosa en toda regla, también. Pese a los 5 avituallamientos (2 de ellos sólidos), el deshidrate y el cansancio es tal que uno, a 2000 metros de altura, y sin duda mediatizado por la recoleta lectura de la noche anterior, el Are You Running With Me Jesus, en su edición original, cree escuchar voces "Aquí, aquí!" que, afortunadamente, resultan pertenecer a esforzados miembros de la organización, señalando el camino a la cima entre una espesísima niebla. Como lo leen. Balización a Grito Pelao, correr para creer.
El Gitane, ya descendiendo, sueña con una mullida pista de tartán o el suave trotar dominguero por el perímetro del Buen Retiro, cuando de repente, zas, mete la pierna hasta la rodilla en una ciénaga embarrada o roza peligrosamente el esguince al pisar sobre un terreno que no está hecho para las personas, seamos claros. De hecho, muy pasado de vueltas debo andar dentro de un año si se me ocurre reeditar semejante experiencia.
Por lo demás, pues aprovechamos para pasar un agradable fin de semana en La Granja, donde asistimos, en la tarde del sábado, a una "charla técnica" sobre las características de la prueba, y en la que se nos informó de una modificación en el trazado, a causa de la nieve, y pudimos admirar, entre bostezo y bostezo, la enjutez y buen color que luce el trail runner español federado, especie única en su género, sobre todo en lo referente a la vitola (un runner de montaña que se precie va vestido de marca de la cabeza a los pies y luce palmito montañés tanto en el mercado de abastos de Cerceda como en un cóctel de la revista Oxígeno, es decir, va vestido de romano a todas partes).
Pocas caras conocidas: Mayayo y señora (como bajaba la montaña este hombre, rediós, cómo bajaba..) anduvieron por allí, y creímos atisbar a la fibrosa Maribel Martínez, trenzas et al, aunque me pareció verla bajar la montaña muy por detrás de otras féminas. De Pablos Vegas, viejunas de referencia y demás moñas quejumbrosos, ni rastro, oiga.
La bolsa del corredor, asaz discreta (estamos hablando de una carrera de 25 euros el dorsal, gañanes), la verdad, aunque uno, a estas alturas, no quiere ya ni más camisetas técnicas ni más complementos para runners faltos, con lo que los polvos (con perdón) recuperadores y la barrita energética se agradecieron y regresamos doloridos y contentos con una polivalente sudadera historiada (de algodón, qué se le va a hacer) de manga larga, que nos va a venir de perlas para impresionar a las suripantas, como prenda de entreno o pijama, según se tercie.
Y Vds., si aún no se ven ni para trotar por el parque de su barrio, sea por desidia para consigo o porque, simplemente, aún no les ha llegado el momento de ver la luz al final del túnel, busquen en las librerías de viejo de su ciudad el libro del Padre Boyd (o su más mundana reedición de hace un par de años) y que esas informales y sentidas plegarias les ayuden a encontrar el verdadero sendero. O senderos, que algunos, como el quitting y el running, en ocasiones van parejos, que dijo aquel. No me tengan en cuenta lo pseudotrascendente de semejante afirmación, que aún hoy, lunes de calambres, escucho voces en la niebla.
No olviden runnerizarse y despeñarse (pero poco).

7 comentarios:

elnaveiras dijo...

cada vez que le leo me entran mas ganas de darme al trote cochinero este, oigame.
Que bien lo pasemos ¿verdad?
Cielosanto, tirarse monte pabajo

carmencita dijo...

¿Ahora se ha reconvertido en Michael Landon? Lo digo por esta reconversión al más puro estilo Autopista hacia el cielo; del duro asfalto de la ciudad a las cumbres elevadas y místicas; ya tiene incluso Vd un tufillo a predicador de pacotilla.

Recuerde, los pies en el suelo, no en las nubes!

Esther dijo...

Y yo buscándole ayer en las imágenes de la carrera contra el cancer de mama que emitieron todos los telediarios ( como estaba la Leti)

jota dijo...

si señor como mola y no tanto asfalto ,algun dia probaremos,ahora que tengo unas salomon.

mayayo dijo...

bravo! meterse en la carrera de la granja siempre es una invitación a la épica (o a la tragicomedia, según...)
Y en días como ayer, con barro/agua por todas partes y las bestias de la Copa de España, pues mucho mas.

Pero lo importante es haber disfrutado como cochinos hozando arriba y abajo no? Calambres, tambien los noto yo por toda la pierna tambien.

Ahora, descanso, y una ves recuperado a pensar en otra correría por el monte, Sr Gitane.
Por ej. en 2 semanitas una de 19k

Mondo Gitane dijo...

Gracias por su apoyo, amigos, en esta nueva andadura (nunca mejor dicho, jajaja) runneril. Viva el despeñe y arriba los corazones y las torberas traicioneras! Running is the Teacher, Trail Running is the Preacher!!

torcas dijo...

Ha conseguido usted abrirme el gusanillo de las carreras de montaña (y eso que hasta ahora pensaba que el monte para las cabras, propiamente dichas -y con perdón-). Felicidades por acabar entero y verdadero (aunque como Carmencita, le veo derivando hacia unos tonos preocupantes en un inconformista). Salud y carreras.

Jose