4.16.2007

Les Conseils de Docteur Gitane Pour Suripantas (Ayúdale a Dejarlo)

ATENCIÓN! Este post no habla de nadie en concreto, única y exclusivamente de una ex novia mía que ahora vive en Tupelo. Que nadie se sienta aludido, por favor.
Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del tajo (o del bar, que bien pudiera ser).
Especialmente, su plato favorito. Pero nada de grasazas que le puedan provocar deseos irrefrenables de fumar.
Ofrécete a quitarle los castellanos con borla o la bota de seguridad de empleado de Repsol YPF.
Habla en tono bajo, relajado y placentero. Ni se te ocurra encender un truja en su presencia.
Prepárate: retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo y síndrome de abstinencia de jamelgo jerezano quizá le hagan necesitar de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.
Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que tu maromo se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa y él pensará un poco menos en aquel zorrón de las volutas de Salem mentolado que conoció en O Povo do Troquero de Cambados.
Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador. Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos.
Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin tí. Intenta, en cambio, comprender su submundo de tensión y stress y sus necesidades reales, corregidas y aumentadas por la ausencia de nicotina.
Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él, pero que no contenga excitante alguno.
No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa. Anímale a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente.
Si tú tienes alguna afición (que bien pudiera ocurrir), intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres. Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo en la mañana.
Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para un hombre que debe enfrentarse al mundo con talante positivo, así que elimina las porras y la mantequilla de su dieta mañanera.
Una vez que ambos os hayais retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño.
Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche.
En lo que respecta a la posibilidad de relaciones íntimas, es importante recordar tus obligaciones como mujer: si él siente la necesidad de dormir, que sea así, no le presiones o estimules la intimidad.
Si tu hombre sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Un masaje de encías con un producto ad hoc te hará más deseable si cabe.
Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu hombre te pidiera prácticas sexuales inusuales o pelín desvíadas, sé obediente y no te quejes. Todo con tal de evitar que eche de menos ese cigarrito "de después".
Es probable que tu dueño y señor caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello. O quizá prefiera agarrar el laptop y meterse en el foro de Infragañanas en Celo o del Deportivo, quizá. Lo que sea, con tal de evitar que baje a la whiskeria de la esquina a por un paquete de Habanos.
Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener preparado un gran vaso de zumo de naranja para cuando despierte.
Debes entender que es por tu bien el que nunca más toque un pucho, ya que su fallecimiento de un cáncer terminal o parón cardíaco al uso podría dejarte en una situación económica muy delicada. Y nadie quiere eso, verdad?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta su adaptación del "Manual de la buena esposa". Yo me conozco otros trucos que no vienen ahí reflejados y me sorprende! ahhhhh! calla, calla, que eso es del "Manual qué hacer con su cosa"

Belén dijo...

jajajajajaj... yo lo leí en casa de una amiga y me mondé...

Amigo, espero y deseo que encuentre a alguien que le trate así de bien ;)

saludosss

:))))))))))

Anónimo dijo...

No le hacía yo a usted adepto a los manuales de la sección femenina
En fin, yo creo que tener una mujer así es un motivo poderoso para fumar como un carretero. Yo, por ejemplo, no hago nada de eso y mi santo ha dejado de fumar radicalmente, ya sabe, las tareas domésticas no le dejan tiempo ni para pensar en ello.

Ale dijo...

mondo lirondo...barriendo pa casa

desconvencida dijo...

Eso de los castellanos con borla ya me ha hecho salirme de la situación, impactante :P